Historias que no irán a ninguna parte, historias que no llegan nunca a cobrar sentido , historias de nadie...
"Miré el reloj eran casi las 4 de la mañana y no conseguía dormirme , por algún motivo inexplicable mi conciencia hoy no iba a dejarme tranquila y me golpeaba una y otra vez en busca de respuestas.
¡Fuera de aquí pesada , vete y déjame en paz no tengo lo que viniste a buscar, ni yo misma se la respuesta!¡Vete a la mierda!
Me levante apesadumbrada como si mi cuerpo pesase demasiado, como si me costase mucho arrastrarme ,me sentía encerrada en una cárcel que yo misma había diseñado cuidadosamente para mi , una cárcel de la que deseaba desesperadamente fugarme . Me dirigí a la cocina dispuesta servirme un vaso de agua o de zumo o de whisky, de lo que sea necesario para ponerle un esparadrapo en la boca a mi pequeña yo.
Cogí el vaso para servirme un poco de agua, opte por el agua ya que si me servia el alcohol mi rebelde conciencia tendría otro punto por el que recriminarme así que seleccione la opción con más” cordura” , por lo menos en este mundo, en el que todo esta determinado , un mundo en el que lo políticamente correcto nos persigue sin compasión a los pobres seres humanos que vivimos resignados a todo ello. Es curioso como conseguimos al final dejar de pelear, como nos damos por vencidos y exhaustos nos acomodamos a un tipo de vida preestablecida porque la sociedad da el visto bueno y nos pone , con una mirada de absoluta superioridad, un aprobado desinteresado a nuestra forma de vida.
Mientras daba un sorbo al agua más bien calentorra, no se porque nunca me acordaba de meter el agua en la nevera, pensaba en lo que me dijo mi Padre esta mañana cuando acudí a verle al hospital: “Hija pasate la vida soñando , porqué la realidad es lo más jodido que tiene la existencia humana” .
A pesar de lo que mi padre intentaba mostrar, sabía que estaba mal , se lo veía en sus pequeños ojos oscuros , ellos nunca me mentían siempre me decían la respuesta a lo que quería saber y hoy me han dicho que estaban cansados y sobretodo que tenían miedo, que estaban temblando de miedo , pero lo que no vi en ellos , ni siquiera en un resquicio , era esperanza , intentaba divisarla desesperadamente por algún lugar pero no la veía, se había esfumado hace mucho… quizás con la última operación… Y yo sabía lo que significaba eso siempre me lo había repetido mi padre cientos de veces: “ Un hombre sin esperanza es hombre muerto”.
Me toqué la mejilla una lagrima se resbalaba por ella ,digna y segura de si misma sabiendo que moriría en algún lugar de mi cara ,quizás aguantaría hasta llegar a la barbilla o quizás moriría antes de llegar al primer batallón .Siempre me han parecido valientes las lagrimas ,saben que van a morir pero aún así brotan de tus ojos como pequeñas suicidas en busca de libertad , una libertad efímera pero real."
Victoria Martín de la Cova